Era estudiante del Instituto Politécnico Sagrado Corazón Fe y Alegría, la adolecente descuartizada en Elías Piña


Fe y Alegría República Dominicana y su red de 65 centros educativos en todo el país

lamenta y condena las circunstancias trágicas del fallecimiento de la joven Snaider Yeilin

Dadú Poché, de 17 años, estudiante de sexto grado en gestión logística en nuestro

Instituto Politécnico Sagrado Corazón Fe y Alegría, en Comendador-Elías Piña.

Recibimos esta noticia con profunda tristeza y preocupación porque se apaga la luz de

una joven llena de vida, sueños, esperanzas, y metas por cumplir; se ha cercenado una

vida que apenas estaba comenzando, víctima de abuso, de una forma específica de

violencia hacia una menor.

Nos sentimos llamados e interpelados desde las sagradas escrituras que nos pregunta

personalmente y como sociedad ¿dónde está tu hermana?, al igual que le preguntó el

Señor a Caín “¿Dónde está tu hermano?, y él respondió, ‘no lo sé’. ¿Soy yo acaso, el

guardián de mi hermano?” (Gn. 4,9). Snaider Yeilin desapareció desde el domingo 02 de

octubre de 2022 a las 9:30pm, y desde entonces la voz de Dios nos sigue interpelando

¿Dónde está tu hermana?

La desaparición y muerte de Snaider están circunscritas dentro de las tipologías del delito

y enmarcadas en un problema de profundas repercusiones psicológicas, socioculturales,

legales, éticas y morales; por lo tanto, cuestionamos que estas prácticas sigan siendo

comunes en nuestra sociedad dominicana, condenamos todo tipo de violencia en todas

sus manifestaciones, cuestionamos su normalización y las indiferencias que se

constituyen en negligencias, por esta razón el eco del Génesis 4,9 sigue resonando y

retumbando en nuestros corazones, en la conciencia de los victimarios y en el seno de

nuestras comunidades “¿Dónde está tu hermana? ¿Dónde está tu hermano?

La parábola del Buen Samaritano, en Lucas 10, 25-35 también nos recrimina nuestras

indiferencias y nos recuerda que nuestro hermano, nuestra hermana, está cerca de

nosotros y entre nosotros. Son las personas más próximas, las más vulnerables, quienes

están caídos o en situaciones de fragilidad, o riesgo, y que a veces pasamos junto a ellas

sin verlas por nuestra ceguera cultural.

Son estas personas frágiles y vulnerables que debemos visibilizar en:

 En los rostros de niñas y niños víctimas de maltrato o abuso físico, psicológico,

sexual o negligente.

 En los rostros de niñas y adolescentes embarazadas por hombres mayores de

edad, o entregadas por sus familiares con fines sexuales, en el marco del abuso

sexual.

 En los rostros de niñas, niños y adolescentes sometidos a una esclavitud

normalizada culturalmente, porque son entregados a otras familias bajo el


eufemismo de la ayuda y que terminan soportando largas jornadas laborales y

cuyos ojos adormecidos llegan cansados a la escuela.

 En los rostros de familias destruidas, por causa del feminicidio y la violencia hacia

la mujer, con niñas y niños dejados en condiciones de vulnerabilidad; como reporta

la Procuraduría General de la República a junio de 2022 con un reporte de 43

feminicidios.

 En el rostro de Snaider Yeilin en las circunstancias de su desaparición.

 En el rostro de sus familiares y allegados con quienes nos solidarizamos y

expresamos nuestro afecto y cercanía desde la fe y esperanza, recordando que el

dolor de las víctimas y familias es también nuestro dolor, porque “si un miembro

sufre, todos sufren con él” (1 Cor. 12-26).

Demandamos a la sociedad dominicana no justificar, ni normalizar ningún tipo de agresión

o abuso; ni un golpe más, ni una palabra hiriente, ninguna negligencia, abuso sexual, ni

una muerte más. Reiteramos nuestro compromiso de seguir los protocolos establecidos,

seguir fomentando nuestro protocolo de prevención de abuso a menores de edad y

nuestras campañas de prevención que nos piden denunciar frente a las autoridades

cualquier tipo de violencia o abuso que sufran las niñas, niños, adolescentes, jóvenes y

personas vulnerables.

Invitamos a nuestras comunidades a no permanecer indiferentes, a escuchar la voz de

Dios que nos sigue preguntando ¿Dónde está tu hermano? ¿Dónde está tu hermana? y a

denunciar los diferentes tipos de abuso y violencia. Instamos a las autoridades a guardar

los debidos procesos salvaguardando la vida de las víctimas, de la comunidad que

denuncia y también de los victimarios quienes tienen derecho a un justo proceso y el

deber de restaurar ante las víctimas y la comunidad el daño que han cometido.

Como institución educativa, con principios y valores cristianos, Fe y Alegría Dominicana

se compromete a seguir aunando esfuerzos para transformar la sociedad dominicana, con

el cuidado como eje transversal, reafirmando una vez más nuestro compromiso con los

más vulnerables, los más necesitados, con el propósito de sensibilizar y concientizar a

nuestras comunidades sobre la importancia de erradicar el flagelo de la violencia en

todas sus manifestaciones e instalar una cultura de paz, donde imperen el respeto y la

convivencia armoniosa. Seguiremos sumando esfuerzos para construir una cultura de paz

en la que el MALTRATO sea CERO y el CUIDADO sea INFINITO.

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