Pescadores afirman Punta Catalina acabó con los peces en Nizao

 

Reclaman a Punta Catalina indemnización por más de 300 millones de pesos

 

Nizao, provincia Peravia.- En la mañana de hoy, decenas de pescadores de Nizao, provincia Peravia, se apersonaron a las redacciones de diferentes medios de comunicación de la ciudad de Santo Domingo para denunciar que la Central Termoeléctrica Punta Catalina acabó con la pesca en el litoral de esa comunidad y que por esa razón reclaman a esta empresa una indemnización de más de 300 millones de pesos.

 

Explicaron que la pesca ha desaparecido como consecuencia de la construcción del largo espigón de mil 300 metros del puerto carbonero de Punta Catalina, de la destrucción de los corales y los arrecifes existentes en el lugar por la construcción y la posterior destrucción de un primer embarcadero cuyos escombros fueron arrojados al mar.

 

 Otro factor que ha contribuido a la desaparición de los peces es el impacto del vertido de aguas residuales de las plantas de carbón a muy poca distancia de la costa, con una temperatura superior a la del mar, con una fuerte presión y con alto contenido de químicos, añaden.



 

Señalaron que la sedimentación del fondo marino también se ha incrementado por la caída de las virutas de carbón al mar en el momento de los desembarcos del carbón desde los buques carboneros y durante el traslado al aire libre desde éstos hasta los almacenes.

 

 Dijeron que la correa transportadora techada del puerto se dañó desde que comenzó a operar Punta Catalina, siendo reparada sólo después de que transcurriera un largo tiempo.

 

Indicaron que el espigón desvió las corrientes marinas, inundando y haciendo desaparecer la playa de Sabana Uvero en el lado oeste en muy poco tiempo. Allí el mar destruyó infraestructuras de las casas próximas a la playa como piscinas y gazebos, así como pérdida de una carretera y tierras de cultivo. Aún hoy día prosigue la penetración del mar hacia tierra adentro, aseguraron.

 

Manifestaron que con la pérdida de la playa desapareció el turismo y las actividades económicas relacionadas con esta industria que se desarrollaba en el lugar. Una de estas actividades era la venta de pescado fresco a los residentes y a los visitantes.

 

La vida marina desapareció

 

Los pescadores testimoniaron que por los impactos negativos de la construcción y la operación de Punta Catalina la vida marina mermó considerablemente en la parte este del espigón, frente a Nizao, y desapareció por completo en la parte oeste.


Citaron como un indicador de que la vida costero marina no existe donde antes estaba la playa de Sabana Uvero, el hecho de que las aves marinas que antes del inicio de la construcción de Punta Catalina eran numerosas, formando parvadas, lanzándose al mar para alimentarse, actualmente están completamente ausentes. “Hoy es muy raro ver alguna ave llegar y posarse en el mar,” comentaron.

 

Plantearon que otro inconveniente que surgió con el espigón de Punta Catalina es que para pasar de Nizao al otro lado del litoral, los pescadores deben hacer un recorrido muy largo, con el consiguiente mayor gasto de combustible o de tiempo y esfuerzo remando.

 

Aseguran que desde que se construyó Punta Catalina y el puerto, y destruyeran los corales y los arrecifes, que era la fuente de vida de los cardúmenes, pescan menos del 10% que en el período anterior a la central.

 

Narraron que antes de que se construyera a Punta Catalina y el puerto carbonero, en el litoral de Nizao cada embarcación producía al día 10 quintales de pescado. Ahora cada embarcación produce un quintal.

 

“Antes por día 16 embarcaciones a remos pescaban alrededor de 160 quintales por día, 10 quintales cada embarcación. Ahora 17 embarcaciones con motores fuera de borda producen 17 quintales al día, un quintal por embarcación, con costos que no tenían antes, como la adquisición de motores, embarcaciones más fuertes y gastos de combustibles”, expresaron.

 

Aclararon que ahora deben faenar a gran distancia de Nizao, entre Paya y Matanzas, en la Punta de Santanilla, y en ocasiones trasladarse hasta Salinas o a la entrada de la Bahía de Ocoa para poder pescar.

 

Reclamos de los pescadores

 

Los 271 pescadores de Nizao, de los cuales quedan 200 activos asociados en la cooperativa, demandan a Punta Catalina una indemnización de 300 millones de pesos por la pérdida de pesca durante siete años que representan apenas el 10.4% de las pérdidas totales de pesca en el período comprendido entre 2018 y 2025.

 

“Punta Catalina es responsable de la pérdida de nuestro medio de vida, pero también de la pérdida de un alimento barato y nutritivo para la población que ahora no puede consumir por sus altos precios como consecuencia de su escasez. Punta Catalina nos trajo la ruina y la miseria a nosotros y a nuestro pueblo”, adujeron.

 

Observaron que el efecto de la construcción de Punta Catalina y del puerto carbonero ha sido tan devastador que alrededor de setenta pescadores se han visto obligados a abandonar la actividad, dedicándose a otras actividades productivas, principalmente a la agricultura o al comercio informal, o a mendigar.

 

Igualmente, los pescadores reclaman un subsidio de 739 mil 500 pesos mensuales para combustibles de las embarcaciones.

Al respecto, recordaron que en octubre de 2014, el primer vicepresidente de la extinta Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales, CDEEE, Rubén Jiménez Bichara, responsable en ese entonces de la construcción de Punta Catalina, se comprometió a dotarlos de equipos modernos para la pesca y un subsidio mensual para combustible.

 

Este subsidio en el 2016 fue de 50 mil pesos mensuales, en el 2017, de 75 mil pesos y a partir de febrero de 2018, de 125 mil pesos al mes. Este subsidio fue retirado a finales de 2018 y nunca llegaron los equipos prometidos.

 

En esta ocasión, los pescadores de Nizao reiteran la entrega de los equipos que Jiménez Bichara les prometió para poder faenar en alta mar, así como la construcción del local de la cooperativa con varias neveras, con generador eléctrico o paneles solares para organizar la comercialización de la pesca en mejores condiciones, y la construcción de una infraestructura junto a la playa de Nizao para guardar las embarcaciones y demás equipos.

 

Por último, demandan que Punta Catalina pague la jubilación de 20 pescadores que por edad y situación de salud no pueden seguir pescando, pero advierten que no se trata de jubilaciones de solidaridad de 7 mil pesos, sino de jubilaciones de por lo menos de 40 mil pesos mensuales.

 

Dijeron que apoyan la propuesta de que se constituya una mesa de diálogo y concertación entre Punta Catalina y la provincia Peravia, para que se discutan y se acuerden en ese espacio sus demandas al igual que las de otros sectores que también están afectados por la empresa y sus impactos negativos, como son los agricultores, los residentes de Sabana Uvero y las familias en toda la provincia que padecen enfermedades asociadas a la quema masiva de carbón.

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