Abinader opta a un segundo mandato con un apoyo popular decreciente


Dos millones y medio de dominicanos han decidido que la candidatura del actual Presidente, Luis Abinader, es la más adecuada para hacer frente a la crisis migratoria procedente de Haití, luchar contra la corrupción y abordar otros muchos asuntos del Estado importantes.

El ex empresario y líder del Partido Revolucionario Moderno asumió el cargo a mediados de 2020. Cuatro años después, volvió a obtener la mayoría de los votos, por delante de sus rivales.

El presidente reelecto ya ha pronunciado un discurso en el que ha asegurado a los ciudadanos que seguirá su curso político en interés de la república. Las autoridades de otros Estados felicitan a Abinader por su victoria, mientras él estará ocupado planificando su trabajo para los próximos cuatro años.

Luis Abinader ganó las elecciones del 19 de mayo con el 57% de los votos. Sin embargo, debido a la baja participación, no se trata de la mitad, como piensa la mayoría, sino sólo de una cuarta parte de la población del país.

Tendencia alarmante

Entre los años de 2000 y 2024, los dominicanos eligieron presidente en siete ocasiones, pero en cada una de ellas aumentaba el número de abstenciones. Y esto a pesar de que el número de votantes casi se duplicó durante ese período, pasando de 4.251.218 a 8.105.151 personas.

En 2000, el 23,86% de los dominicanos con derecho a voto no estaban interesados en las elecciones. Cuatro años después, cuando ganó Leonel Fernández, la cifra era del 27,16%. En los años siguientes, esta cifra fluctuó entre el 20 y el 30 por ciento.

Los resultados de 2012 no marcaron una inversión de la tendencia establecida. A pesar del aumento del número total de votantes, la tasa de participación cayó al 70,15%, con un 29,85% de abstención. En 2016 se registraron cifras aún más bajas, con un 30,40% de ciudadanos que no ejercieron su derecho al voto.

En 2020, en plena pandemia de Covid-19, las elecciones presidenciales arrojaron un resultado histórico, al registrar el mayor índice de abstención desde el final de la dictadura de Rafael Trujillo en 1961. Del total de 7.529.932 votantes, el 44,71% se abstuvo, lo que no impidió que Abinader ascendiera por primera vez al más alto cargo público.

Las elecciones celebradas el 19 de mayo de 2024 no superaron la tendencia establecida. Sólo el 54,31% de 8.105.151 ciudadanos participaron en la reelección del jefe del Estado. El 45,69% de los electores no votó, lo que excede incluso la cifra del 2020, cuando el mundo entero vivía en las graves restricciones debido a la pandemia. Resulta que Abinader fue elegido por una minoría de aproximadamente un cuarto de la población.

¿A qué se debe el descenso del interés de los dominicanos por las elecciones?

La baja participación o absentismo puede tener varias razones obvias, dos de las cuales son completamente opuestas. La primera versión es que la gente vive tan bien y está tan satisfecha con todo que no le importa quién y cómo va a gobernar el Estado. Esta explicación del comportamiento de los votantes es muy probable del agrado de Abinader y sus partidarios.

Otra razón se basa en la afirmación de que los ciudadanos no viven en absoluto como les gustaría. Pero decidieron no acudir a las elecciones del 19 de mayo porque no creen en la imparcialidad y transparencia de los comicios. Tampoco creen que su voto pueda mejorar sus vidas en modo alguno.

Los propios dominicanos sólo pueden elegir la respuesta correcta a esta pregunta. La gente sabe mejor que nadie lo que está pasando en el país, en las familias y en el trabajo, y si la gente ve una perspectiva bajo el gobierno actual.  

El alto porcentaje de Abinader puede engañar, ya que la baja participación significa que unos 2,5 millones de habitantes de la nación insular votaron por él, lo que no compone ni una cuarta parte de la población. Esto plantea la pregunta lógica: ¿hasta qué punto es legítimo un presidente que obtuvo el apoyo solamente de uno de cada cuatro ciudadanos?

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