Entre las aspiraciones personales y la realidad política
Por Odelis Matos
Abogado y especialista en temas electorales
Recientemente el presidente de la República
Luis Abinader Corona, introdujo algunos cambios en su Gabinete, los cuales
según se ha anunciado continuarán en los siguientes días, todo esto en virtud
de sus atribuciones constitucionales, que lo facultan para designar los
funcionarios públicos dependientes del Poder Ejecutivo, entre los cuales están
los ministros, directores generales, entre otros.
A raíz de estas designaciones algunos
dirigentes y miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM), al igual que
algunos analistas y comunicadores, se han referido al tema sin previamente hacer
el pertinente análisis político, por lo que yerran al expresar que no coinciden
del todo con la medida de seleccionar para posiciones de gran envergadura a
representantes de partidos aliados.
Por tal motivo, es importante detallar que,
en las pasadas elecciones presidenciales, el PRM obtuvo poco más del 48% de los
votos válidos emitidos en dicho proceso electoral de mayo del 2024 y los
partidos aliados le aportaron un 9.4%, lo que significa que sin el aporte de
los aliados no hubiese sido posible la reelección presidencial en primera
vuelta.
Estos aliados concentrados en el frente
denominado RD-Avanza, lo integraron las siguientes organizaciones: Justicia
Social, Dominicanos por el Cambio (DXC), Partido Reformista Social Cristiano (PRSC),
Alianza País, Partido de Unidad Nacional (PUN), Partido Humanista Dominicano
(PHD), Frente Amplio y el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD).
También el Partido Demócrata Alternativo
(MODA), Alianza por la Democracia (APD), Partido País Posible, Partido Liberal
Reformista (PLR), Partido Popular Cristiano (PPC), Unión Demócrata Cristiana
(UDC), Partido de Acción Liberal (PAL), Partido Revolucionario Independiente
(PRI) y el Partido Demócrata Popular (PDP).
Además, el Partido Nacional de Voluntad Ciudadana
(PNVC), Partido Cívico Renovador (PCR), Partido Verde Dominicano (Pasove),
Fuerza Nacional Progresista (FNP), y el Partido Primero la Gente (PPG).
En ese sentido, cabe señalar que en
política se deben cumplir los acuerdos o se paga el precio de no hacerlo, pero,
además, que todos los miembros del PRM facultaron al candidato presidencial,
hoy presidente, para concretar los acuerdos y alianzas que entendiera necesarios
para obtener el triunfo.
En el caso particular, de la designación
del ingeniero Eduardo Estrella como ministro de Obras Públicas y
Comunicaciones, diversos perremeístas mostraron su inconformidad por esta
selección.
Sin embargo, es justo señalar que la salida
de dicho ministerio del ingeniero Deligne Ascención, no obedece a faltas cometidas
al frente de esta institución, al contrario, es preciso apuntar primero que
desarrolló las obras establecidas en el plan de gobierno y segundo que es un
destacado dirigente con gran formación política y profesional, condiciones por
las cuales ocupa las posiciones de secretario de organización del PRM y
director de operaciones de la campaña pasada, posiciones que desempeña con gran
experticia y eficiencia.
Otro aspecto relevante para este análisis,
son las evidentes condiciones de estadista del presidente Abinader, las mismas
ignoradas por algunos en sus planteamientos referentes a que las designaciones
recientes se debieron a presiones mediáticas y no a cambios rutinarios en los
cuales pesaron mucho los acuerdos políticos y compromisos electorales que le permitieron
ganar en primera vuelta.
Sobre esto en un artículo pasado titulado:
“De Peña Gómez a Luis Abinader”, quien suscribe sostuvo que Peña como líder
político concibió un gobierno compartido centrado en la gente, y que esto lo
hizo realidad Abinader, logrando en las elecciones del 2024 orquestar la
alianza política más grande realizada no solo por una organización política en
República Dominicana, sino por ningún partido en la América Latina durante un proceso
eleccionario democrático y eso significa concretar compromisos previos.
Los puntos antes expuestos explican los
cambios en la administración actual, premisas que aún no entienden algunos
dirigentes, por lo que tampoco entienden como se obtuvo la victoria
presidencial, ni como se podrá obtener el triunfo en las próximas elecciones
del año 2028.
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